Evidencias de la Neurociencia Cognitiva prueban la tesis de Calderaro propuesta en el libro “En el Mundo Mayor” de André Luiz

El objetivo de este artículo es dar a conocer, a los espíritas, como la Ciencia, particularmente la neurociencia cognitiva, probó la tesis propuesta por Calderaro y que explica a André Luiz en el libro En el Mundo Mayor, psicografiado por nuestro querido Francisco Cándido Xavier.

 

En esta obra, Calderaro, en el capitulo 3, La Casa Mental, p. 46), se refiere a André Luiz en los siguientes términos: “En el sistema nervioso, tenemos el cerebro inicial, centro de los movimientos instintivos y sede de las actividades subconscientes, imaginémosle como el almacén de la individualidad, donde archivamos todas las experiencias y registramos los menores hechos de la vida”. De esta manera, se puede considerar que esta es la zona posterior del cerebro.

 

Calderaro continua: “En la región de la corteza motora, zona intermedia entre los lóbulos frontales y los nervios, tenemos el cerebro desarrollado, que sustenta las energías motoras de las que se sirve nuestra mente para las manifestaciones imprescindibles en el actual momento evolutivo de nuestro modo de ser”.

 

En marzo de 2008, llegue a Brasil para trabajar con mi orientador de doctorado en Neurociencias, el Dr. Jorge Moll Neto, en el Centro de Investigaciones en Neurociencias Cognitiva de la Red LABS D’OR, un laboratorio privado de investigación experimental en estudios que cruzan la investigación científica en psicología experimental con la neurociencia cognitiva y comportamental, con la metodología científica de la imagenología cerebral, conocida como FMRI, o resonancia magnética funcional.

 

Habiendo llegado de la Universidad de Londres, donde venía de realizar la maestría en Neurociencias por haber pedido transferencia para el referido laboratorio de investigación de la Red LABS D’OR, en Rio de Janeiro, y abandonando a Europa definitivamente, tomé contacto con los estudios del Dr. Jorge Moll Neto realizados en el Instituto Nacional de Salud (National Institutes of Health- NIH) de los Estados Unidos.

 

El Dr. Jorge Moll Neto, en su post-doctorado en el NIH, realizó experimentos de donación a organizaciones de caridad en la que los sujetos, dentro de la máquina de resonancia magnética funcional, tenían que optar entre recibir o donar dinero para organizaciones de caridad, en varios intentos experimentales controlados estadísticamente y con monitoreo de las regiones cerebrales activadas durante esas tareas.

 

Este estudio fue publicado e 2005, en la Proceedings of the National Academy of Science de los EUA (MOLL y colegas, 2005), habiendo sido el primer estudio neuro-científico sobre decisiones morales de la historia de la neurociencia cognitiva.

 

No es de extrañar que haya sido invitado a ser el más joven miembro de la Academia Brasilera de Ciencias de la Historia de Brasil, con solo 37 años.

 

El Dr. Jorge Moll Neto exploró las bases neurales del comportamiento pro-social, en ese experimento, y mostró evidencias de ligación entre las decisiones altruistas y las funciones del sistema de recompensas cerebrales y el sistema de afiliación. En el estudio, los sujetos experimentados tenían que tomar decisiones anónimas reales, dentro de una máquina de resonancia magnética funcional, en tres condiciones experimentales.

 

En la primera condición, tenían que decidir entre recibir dinero o no, para comprender cual era la activación cerebral responsable por la recompensa monetaria personal.

 

En la segunda condición, tenían que decidir entre realizar una donación no costosa a una organización de caridad (en la que se pedía a los participantes que simulasen una donación, o sea, que no perdiesen dinero verdadero) o una opuesta no costosa contra una organización dedicada al aborto o a una asociación de armas (esa donación implicaba la intención de perjudicar a esas organizaciones dedicadas al aborto o a la producción de armas).

 

Finalmente, la tercera condición fue semejante a la segunda, pero se pedía que los participantes realizasen una donación costosa a una organización de caridad (en la que perderían dinero en realidad) o para que se manifestasen contra una organización pro aborto o de producción de armas.

 

Los resultados de ese estudio fueron los siguientes: en la primera condición, llamada de recompensa monetaria personal, la mayor parte de los participantes optó por recibir dinero y las correlaciones neurales fueron al área tegmental mesolímbica, el dorsal estriado y el ventral estriado (MOLL y colegas, 2006).

 

Esas regiones son conocidas como sistema de recompensa en el cerebro humano, o sea, son también activadas cuando el ser humano come chocolate o práctica sexo, popularmente conocida como la zona cerebral del placer (MOLL y colegas, 2006; SCHULTZ, 2006).

 

En la segunda condición, los participantes que optarán por hacer una donación no costosa o una opuesta no costosa activaron las mismas regiones que la condición anterior, o sea, el área tegmental mesolímbica, el dorsal estriado y el  ventral estriado.

 

Más allá de esas regiones, y diferente de la primera condición, pero similar a la tercera condición, se verificó la activación de la corteza subgenual [incluyendo el área de Brodmann (BA) 25].

 

El otro resultado interesante fue el hecho de que el ventral estriado (en conjunto con la región septal) fue activado con más intensidad en comparación con la primera condición, la de la recompensa personal. Esas regiones son responsables por la afiliación a otros.

 

En la tercera condición, las correlaciones neurales de la donación costosa y de la opuesta costosa fueron los mismos de la segunda condición, más una región llamada corteza orbito frontal lateral (en el caso de la opuesta costosa) y la corteza frontopolar (en el caso de la donación costosa) I circunvolución frontal media.

 

Lo que también se reveló interesante fue la alta correlación entre los participantes que activaran esa última región (corteza frontopolar y circunvolución frontal media) y el nivel de compromiso y capacidad de sacrificio para defender una causa social.

 

Eso sugiere que la corteza pre-frontal anterior está relacionada con la capacidad de sacrificio real que estamos dispuestos a hacer por una causa moral. En otro estudio, Jorge Moll y colegas demostraron que la corteza frontopolar es intensamente activada cuando los participantes realizan juzgamientos morales, diferente de los juzgamientos no morales, en la que esa activación neural no se verifica (MOLL y colegas, 2001).

 

Lo que este experimento demuestra es que la misma región activada cuando sentimos placer sensorial es activada cuando practicamos el bien.

 

El estudio prueba científicamente la asertiva de Francisco de Asís de que “es dando que se recibe”, y efectivamente el cerebro recibe una recompensa más intensa cuando es hecha una donación que implica sacrificio personal, en comparación con la condición en que recibimos dinero. Esa recompensa no llega de recibir nada, sino de donar alguna cosa a alguien.

 

Si utilizamos el lenguaje de la Psicología Experimental, se puede afirmar que cuando queremos obtener dinero o reputación social por alguna acción, poseemos una motivación extrínseca o externa para realizar la acción.

 

Por ejemplo, si yo trabajo motivado solo para ganar dinero, el móvil de mi acción es externo, o sea, el dinero, que constituye mi recompensa. A nivel psicológico, se designa que un individuo actúa estimulado por motivación extrínseca.

 

Pero si hacemos algo sin buscar ninguna recompensa por eso, se dice que el individuo actúa influenciado por una motivación intrínseca, y que el acto de hacer esa acción, solo por si, es internamente recompensador.

 

Es lo mismo que decir que somos movidos por una motivación intrínseca, por un valor o algún sentimiento moral que nos impele a realizar una acción moral en beneficio de alguien. Ese experimento demuestra que esa verdad no es solo filosófica y espiritual, sino también científica.

 

Lo más intrigante es el hecho de que, más allá del sistema mesolímbico (conocido como la zona neural del placer) haber sido activado cuando los participantes se decidieron por hacer la donación, otra región neural muy importante fue activada: la corteza prefrontal anterior, particularmente la corteza frontopolar y la circunvolución frontal media.

 

Esta región de la corteza pre-frontal anterior es exactamente la región mencionada por Calderaro a André Luiz. Según Calderaro, (p. 46): “En los planos de los lóbulos frontales, todavía silenciosos para la investigación científica del mundo, yacen materiales de orden sublime, que conquistaremos gradualmente, en el esfuerzo de ascensión, representando la parte más noble de nuestro organismo divino en evolución”.

 

Eso significa decir que el Dr. Jorge Moll Neto, además de haber probado científicamente la tesis de que “más vale dar que recibir”, con base en la neurociencia cognitiva, demostró también que la región de la corteza pre-frontal anterior es la responsable por las acciones (decisiones concretas de donaciones morales) y sentimientos morales (sentimiento moral de compasión) más costosas y elevadas (MOLL, 2005).

 

Moll Neto también desarrolló una teoría alternativa la teoría sobre la función de la corteza pre-frontal. La teoría dominante sobre la corteza pre-frontal defiende que esa región es la responsable por el proceso cognitivo y activo de la información (revisión en MOLL y colegas, 2005).

 

El Dr. Jorge Moll explica que, más allá de esa función activa de la corteza pre-frontal, la región es también responsable por archivar secuencias de eventos con relación al futuro.

 

En su teoría, designada Modelo de Secuencias de Eventos Representacionales Complejos (event-feature-emotin complex framework- Efec Model), el defiende que, además del procesamiento cognitivo activo de la información, la corteza frontopolar (región especifica de la corteza pre-frontal) es responsable por archivar representaciones de creencias, valores, sentimientos morales y eventos que son activados en situaciones en las cuales sentimos compasión o presentamos comportamientos morales elevados.

 

Para comprobar ese modelo, el Dr. Jorge Moll diseñó el siguiente experimento: al colocar los participantes en un estado pasivo, dentro de una máquina de resonancia magnética funcional (o sea, sin ninguna tarea activa), les presentó un vídeo de personas en sufrimiento y verificó que, aún en estado pasivo, las personas activaron la región orbital y media de la corteza pre-frontal y el surco temporal superior, regiones críticas en evaluaciones morales, que el designó como sensibilidad moral, distintas para evaluaciones morales y diferentes de regiones neurales activadas en evaluaciones no morales (MOLL y colegas, 2002).

 

El estudio probó experimentalmente que esas regiones de la corteza pre-frontal no son solo activadas cuando procesamos activamente la información cognitiva, sino también cuando pasivamente observamos el sufrimiento ajeno.

 

Eso comprueba la teoría del Dr. Jorge Moll de que, además del procesamiento activo, esa región contiene representaciones complejas de compasión, de sentimientos y valores morales elevados (Moll y colegas, 2002). ¡Es increíble como la ciencia comprueba las ideas espíritas! Se concluye que esas regiones de la corteza pre-frontal contiene la representación de creencias, valores y sentimientos morales elevados, que son activados cuando pasivamente entramos en contacto con el sufrimiento ajeno, cuando sentimos compasión por el sufrimiento ajeno, o cuando activamente realizamos una acción moral positiva en favor de otro (MOLL y colegas, 2002), lo que constituye un sacrificio personal para nosotros.

 

Conforme aseveró Calderaro (p. 101): “en los lóbulos frontales recibimos los ‘estímulos del futuro’, en la corteza abrigamos las ‘sugestiones del presente’, y en el sistema nervioso, propiamente dicho, archivamos los ‘recuerdos del pasado’”.

 

Es fantástico constatar que los estímulos creados en el laboratorio por el Dr. Jorge Moll Neto constituyen  “estímulos del futuro”, conforme conceptúa Calderaro.

 

E, incluso, “Nervios, zona motora y lóbulos frontales, en el cuerpo físico, traduciendo impulsividad, experiencia y nociones superiores del alma, constituyen áreas de fijación de la mente encarnada o desencarnada. La demora excesiva en una de esas áreas, con sus consecuentes acciones, determina el destino del individuo. La criatura estacionada en la región de los impulsos se pierde en un laberinto de causas y efectos, desperdiciando tiempo y energía; quien se entrega, de modo absoluto, al esfuerzo mecánico, sin consultar el pasado y sin establecer bases para el futuro, mecaniza la existencia, retirando de ella la luz edificante; los que se refugian exclusivamente en el templo de las nociones superiores sufren el peligro de la contemplación sin las obras, de la meditación sin trabajo y de la renuncia sin provecho. Para que nuestra mente prosiga en dirección de lo Alto, es indispensable que se equilibre, valiéndose de las conquistas pasadas, para orientar los servicios presentes, y amparándose, al mismo tiempo, en la esperanza que fluye, cristalina y bella, de la fuente superior del idealismo elevado; a través de esa fuente puede captar del plano divino las energías restauradoras, construyendo así el futuro santificante. Y, como nos encontramos indisolublemente ligados a los que se afinan con nosotros, en obediencia a los designios universales, cuando nos desequilibramos, por el exceso de fijación mental, en uno de las mencionadas áreas, entramos en contacto con las inteligencias encarnadas o desencarnadas que están en condiciones análogas a las nuestras.” (p.62).

 

“Calderaro nos da un ejemplo de que la estimulación de los lóbulos frontales puede activar nociones superiores que no estaríamos considerando en determinada situación: “El abnegado amigo colocó las manos sobre los lóbulos frontales de la madre, como atrayendo su mente hacia la región más elevada del ser, y pasó a irradiarle ruegos conmovedores, como si fuera un desvelado padre hablándole al corazón. Profundamente sensibilizado, vertía palabras de ánimo y consuelo, que la afectuosa madrecita recibía en forma de ideas y sugestiones superiores. Noté que la disposición íntima de la joven señora tomaba poco a poco un renovado aliento”. (Pág. 59).

 

Una de las formas más bellas de estimular la corteza prefrontal para la elevación es observar el sufrimiento ajeno y dejar sentir la compasión, además de estimular la reflexión superior sobre los valores espirituales elevados y realizar proyectos de elevación individual y colectivo.

 

El Dr. Jorge Moll Neto es mi profesor, orientador del doctorado y amigo, pero no es espírita. Y no tenía idea de la explicación que Calderaro dio a André Luiz, publicado en la Tierra en 1947.

 

¡Esta es la prueba de que la ciencia, aún sin saber, acaba, con el tiempo, comprobando las tesis espíritas, por medio de científicos materialistas!

 

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

 

…En el Mundo Mayor…

MOLL e colegas, 2001

MOLL e colegas, 2002

MOLL e colegas, 2005

MOLL e colegas, 2006

MOLL e colegas, 2006

SCHULTZ, 2006

 

João Ascenso es psicólogo social y neuro-científico, formado en Lisboa – Portugal; investigador del Laboratorio de Neurociencias Cognitiva Social y Comportamental de la Red LABS D’OR, Rio de Janeiro; y doctorado en Neurociencias por la Universidad Federal de Rio de Janeiro, bajo la orientación del Dr. Jorge Moll Neto.

 

Artículo tomado de la revista electrónica SAÚDE DA ALMA, encontrada en  el  link: http://pt.calameo.com/read/0001436975f271feb4026

Traducción al español: Oscar Cervantes Velásquez

Centro de Estudios Espíritas Francisco de Asís

Santa Marta – Colombia

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