AMELIA RODRIGUES

Amelia Augusta do Sacramento Rodríguez fue, cuando encarnada, notable poetisa, profesora emérita, escritora consagrada, teatróloga, legítima exponente cultural de las Letras de Bahía.

 

Nació en la Hacienda Campos, Freguesia de Oliveira de los Campinhos, Municipio de Santo Amaro de l Purificación, Estado de Bahía el 26 de mayo de 1861.

 

Cualquiera de sus coterráneos, por más joven que sea, conoce la vida de esa extraordinaria mujer y su esfuerzo a fin de alcanzar sus ideales. Estudió con el seminario Alejandrino del Prado, además, fue alumna de los profesores Antonio de Araujo Gomes de Sá y Manuel Rodrigues M. de Almeida. Su vocación para el magisterio era innata. A la par de eso, se matriculó en el colegio de la profesora Cándida Álvarez de los Santos y comenzó a enseñar en el Arraial de la Lapa. Posteriormente enseñó en Santo Amaro de la Purificación por ocho años consecutivos.

 

En 1891, gracias a su capacidad para enseñar y a su amor a la causa de la enseñanza, fue trasladada para Salvador y ubicada en la Escuela Central del Barrio San Antonio.

 

Uno de sus alumnos, adolescente aún, en 1905, fue seleccionado para enseñar inglés bajo el sistema del filósofo Spencer. Amelia Rodríguez no sólo lo ayudó a comprender el pensamiento de aquel filósofo, si no que complementó su aprendizaje. Le dice a él: "El joven precisa de educación moral, que es el principio fundamental de la disciplina social; sin apelar al corazón, educar es formar en el hombre las más duraderas fuerzas del orden social".

 

El pensamiento de Amelia Rodríguez se identifica con el pensamiento de Fenelón, contenido en "El Evangelio según el Espiritismo": "Educar es formar hombres de bien, y no sólo instruirlos".

 

Pensionada, no abdicó a su ideal de enseñar. Retornó al magisterio de forma aún más determinante. Fundó el Instituto Maternal Maria Auxiliadora, que más tarde se transformó en la "Acción de los Expuestos".

 

Se dedicó al periodismo como colaboradora de las publicaciones religiosas "El Mensajero de la Fe", "La Paladina" y "La Voz". Escribió algunas piezas teatrales, entre las cuales están "Fausta" y "La Natividad". Es autora de los poemas "Religiosa Clarisa" y "Bien me quieres". Produjo además obras didácticas, literatura infantil y romances.

 

Desencarnó en Salvador el 22 de agosto de 1926.

 

En el plano Espiritual, continuó su trabajo esclarecedor y educativo, basado principalmente en el Evangelio de Jesús, fuente inspiradora de sus obras cuando estaba encarnada.

 

Encontró en la Espiritualidad - siembra infinita de la inmortalidad - mayor expansión para su espíritu sediento de conocimiento y hambriento de amor, dando rienda suelta a los deseos más nobles. Profundizó en el mensaje de Jesús y, en la actualidad, participa de la falange de Joanna de Angelis, mentora de Divaldo Pereira Franco. A través de la psicografia del abnegado medianero, viene trayendo páginas de belleza intraducible, que aborda los más variados asuntos sobre el Evangelio, su tema predilecto, de donde extrae lecciones edificantes para aquellos que están cansados y sobrecargados, necesitados de orientación y de consuelo.